Informe Nacional de Desarrollo Humano 2010

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Informe Nacional de Desarrollo Humano 2010

5 de Diciembre de 2013

El Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2010 plantea un reto crucial en la construcción de un nuevo horizonte normativo en el país: “una sociedad más incluyente, equitativa y justa donde todos gocen del derecho a una vida digna, plena y libre, y en base a ello logren una verdadera convivencia” (p. 19).

Esta investigación parte de la búsqueda del diálogo entre dos visiones de bienestar: Por un lado, el enfoque de Amartya Sen y Mahbub ul Haq, que miran al “bienestar” desde las libertades en los campos simbólico y relacional: “estar socialmente integrado, lograr el respeto y reconocimiento de los otros, libertades que determinan también las oportunidades de lograr un desarrollo humano pleno” (p. 22). Por otro lado, la visión de bienestar propuesta por el Plan Nacional de Desarrollo en el marco del nuevo Estado plurinacional denominado “vivir bien”, que propone una sociedad “asentada en principios y valores de igualdad, solidaridad, reciprocidad y respeto de la diferencia” (ibid).

Así, desde una perspectiva amplia, dos tensiones relacionadas al cambio social son identificadas, definidas y trabajadas en el Informe: Primero, el agotamiento de los factores estructurales que dinamizaron el cambio social y, segundo, la creciente igualdad político-legal y la persistente desigualdad económico-social.

Complementariamente, desde una perspectiva más particular, el Informe analiza las estrategias de sobrevivencia y acumulación que adoptó la población boliviana durante las últimas tres décadas, y caracteriza los procesos de movilidad individual y colectiva, originados en muchos casos al margen del Estado, todo ello en medio de profundas desigualdades, pero cuyas respuestas se evidencian en la migración interna y externa, la educación y los emprendimientos en el mercado informal como estrategias más comunes.

Asimismo, el Informe subraya que, a pesar del cambio social en construcción, en el país “persisten desigualdades históricas —de origen étnico, de género, y entre áreas urbanas y rurales—, a las que se suman nuevas desigualdades resultantes de un mercado laboral segmentado y de nuevas identidades urbanas basadas en los estilos de vida” (p. 22).

Ahora bien, los desafíos que emergen en cuanto a políticas públicas para encarar las nuevas y viejas desigualdades en Bolivia, de acuerdo con el Informe, “se centran en la necesidad de extender a todos los bolivianos y bolivianas, el ejercicio de los derechos a una educación y salud de calidad, buenos ingresos, buenas condiciones laborales, y que sean reconocidos por sus pares como iguales” (p. 36).

Por lo tanto, se proponen Tres premisas prioritarias para asegurar un cambio social con igualdad: i) la universalización de los derechos sociales, ii) la democratización del empleo y el trabajo dignos y iii) la interculturalidad como condición de convivencia, reconocimiento y unidad en la diferencia.

Aspectos destacados

  • Los hallazgos del presente Informe sugieren que los logros sociales más significativos de las últimas tres décadas en términos del bienestar de la población giran en torno a mejoras en el acceso y logro educativo en la educación primaria, reducción del analfabetismo y disminución de la mortalidad materna e infantil.
  • Las tendencias en el bienestar de los bolivianos y las bolivianas, en su mayoría impulsadas por la migración, cambiaron lentamente la estructura de oportunidades de individuos y grupos, pero no estuvieron acompañadas por cambios significativos en la remuneración económica, ni reducciones sustantivas de la pobreza moderada o extrema.
  • Garantizar el acceso a la educación no es una tarea fácil, pues requiere combinar esfuerzos de manera que se abarque la educación a lo largo del ciclo de vida, se proporcione una infraestructura accesible, se eliminen las restricciones económicas de los hogares, se fomente la integración y se elimine la discriminación.