El Representante Ramírez y el Vicepresidente García Linera concuerdan en su análisis
30-nov-2015
En la apertura de un encuentro, celebrado en un hotel de La Paz y dedicado a efectuar un balance de una década de transformaciones en Bolivia, el Representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Coordinador de la ONU, Mauricio Ramírez, y el Vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, han concordado en gran medida en sus análisis.
Según Ramírez, entre los años 2006 y 2015, “Bolivia ha logrado reconstruir el pacto social para el diseño de un nuevo Estado y para la profundización y el perfeccionamiento de la democracia”. En el criterio del representante del PNUD, la nueva Constitución Política del Estado “reconoce los derechos de sectores tradicionalmente relegados”, mientras que “el reconocimiento de las formas de autogobierno, procedimientos y normas propias de los pueblos indígenas (…) dan cualidad diferente a la democracia convencional”. Queda ahora por enfrentar “grandes retos y desafíos que tienen que ver con el permanente proceso de perfeccionamiento de la democracia, la inclusión social, el respeto por los derechos y las libertades ciudadanas, así como por la continuidad de los esfuerzos por el mejoramiento de las condiciones y la calidad de vida”.
Por su parte, el Vicepresidente indicó que su gobierno procedió a una “indianización de lo boliviano” a través de la consolidación de un Estado plurinacional, dando un rol central a los movimientos sociales en la conducción de los asuntos públicos. “El riesgo es de caer en un corporativismo que tiende a diluir lo universal. Pero no hay ninguna sociedad en el mundo que nos sea corporativa. Puede ser una corporación de banqueros, de fabricantes de armas o de obreros, campesinos y mineros. La pregunta fundamental, es cuánto universal reivindica cada corporación”. Para García Linera, son los movimientos sociales bolivianos los que han exigido la nacionalización de los hidrocarburos, comprobando así su propensión hacia lo universal.
Durante el cuarto encuentro nacional “Estado, desarrollo y democracia en Bolivia: balance y escenarios de una década de transformaciones”, organizado conjuntamente por el PNUD, la cooperación sueca y la Vicepresidencia del Estado boliviano, García Linera ha emitido “por primera vez” (en sus propias palabras) una crítica hacia el concepto indígena de rotación de los cargos. Refiriéndose especialmente al caso de las asambleas departamentales, indicó que “cambiando a sus representante cada tres meses”, las comunidades indígenas “sacrifican la eficacia de la gestión, aunque ganan en contraparte en legitimidad”.
Ambos líderes se han referido al concepto de “vivir bien” y a su relación con el desarrollo. Para Mauricio Ramírez, el “nuevo paradigma de desarrollo del vivir bien define el nuevo horizonte civilizatorio de la sociedad boliviana”. Para Alvaro García Linera, el “vivir bien es un aporte de Bolivia al mundo”. El concepto de desarrollo no puede consistir en proporcionar un automóvil, una refrigerador y una lavadora a cada ciudadano del mundo. “Nos faltaría seis planetas para ello”, dice el Vicepresidente boliviano. Pero tampoco los campesinos pueden quedarse, como siempre, sobreviviendo en sus casas de piedra y paja, alejados de todo, en una miseria heredada de un pasado de expropiación de tierras y de colonización. Por el momento, el Estado boliviano necesita de los recursos del gas y de la explotación de las materias primas para asegurar “condiciones de vida mínimas” a las grandes mayorías, como base para la construcción de una nueva sociedad para el futuro. “No puede haber una sociedad medioambiental en un solo país; tiene que ser un esfuerzo colectivo” de la comunidad mundial.
A pocos días de la apertura de la conferencia COP21 para limitar los efectos del cambio climático, y a pocas semanas de la adopción por la comunidad internacional de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Mauricio Ramírez insiste en la “formidable concatenación de dos marcos referenciales a nivel mundial (ODS) y nacional (la agenda patriótica 2025) para la lucha contra la pobreza y la desigualdad, la eliminación de la discriminación, el progreso con justicia social y la preservación del medio ambiente, necesarios para un desarrollo sostenible”.